UNA DOMINICANA EN MONTPELLIER
La educación es un derecho y a la vez el medio eficaz para la consecución de la libertad, una cultura de paz e igualdad y un desarrollo humano sostenible. Según Mandela, es el arma más poderosa que podemos usar si aspirásemos cambiar el mundo; y para lograrlo la cooperación internacional y las políticas de estado de cada país son escalones necesarios para garantizar su acceso igualitario e inclusivo, sin restricciones, en cualquier confín del mundo.“Estudiar en Francia es tener las llaves a un mundo académico prestigioso e importante”.
Dahiana Pérez Florentino, una joven estudiante de República Dominicana, se encuentra realizando su maestría en la ciudad de Montpellier (Francia) gracias a una beca internacional de estudios entre el Ministerio de Educación de su país y la Escuela Superior de Comercio Montpellier Business School.
Ella es una de los 231 100 estudiantes extranjeros inscritos
en los programas de pregrado y posgrado (período 2017) en una universidad
francesa, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Educación del país
europeo. El reporte también muestra una cifra cada vez mayor de mujeres presentes
en dichos programas igual al 56.8 %, porcentaje inferior cuando se trata de doctorado.
Háblanos sobre esta beca y la oportunidad que te
condujo hasta Francia.
El Ministerio de Educación de República Dominicana tiene actualmente un programa
de becas que permite a los dominicanos realizar estudios ya sea de licenciatura, maestría
o doctorado, dentro o fuera del país. Sobre esta beca, yo sabía
desde mucho antes que había la oportunidad de hacer la Maestría “Grande Ecole en Management” en Montpellier Business School, gracias a un convenio entre
ambas instituciones; y junto con otros cientos de dominicanos postulé y finalmente
fui seleccionada.
En este momento Dahiana está estudiando su primer año
de maestría en Administración en una de las prestigiosas escuelas de comercio en
Francia, Montpellier Business School, en la que pretende seguir una
especialización en Marketing; una disciplina de estudio donde ya tiene reconocida
experiencia trabajando para importantes empresas como Alcon Dominicana y Eyeon
Corp.
Dahiana obtuvo un grado asociado en Administración de
Empresas en Estados Unidos (también becada por su país) y luego estudió
Negocios Internacionales en República Dominicana. Está convencida que la
educación que ha recibido ha sido un factor clave en las diversas oportunidades
que ha encontrado en el camino, las mismas que la han llevado a traspasar fronteras en diferentes partes del mundo como Cuba, México, Puerto Rico, Perú, España, Costa
Rica, Colombia, Jamaica, Barbados, Turquía y hoy Francia.
¿Cómo fue el proceso de preparación previo a tu viaje
y tu llegada a Francia?
Todo
fue muy rápido porque me comunicaron sobre mi selección en julio (2017) y en
setiembre comenzaba la maestría. En esos días corría con los trámites de la visa,
tenía que conseguir algunos documentos importantes de la universidad, comprar
los boletos del avión, preparar el equipaje, en fin, todo lo hice en menos de
dos meses. Pero debo decir que tuve el apoyo y la orientación de la Cámara de Comercio Franco Dominicana, de la señora Evianny De los Santos, quien me ayudó
con todo el proceso y también toda la comunicación que recibí mediante correos
electrónicos con las personas de la universidad a cargo de mi llegada a
Montpellier, Nassira Walton y Vincent Fernandez, quienes me ayudaron con el
tema del alojamiento, algunas direcciones y las cosas que iba a necesitar aquí
en Francia. Cuando llegué a Montpellier los primeros días fueron un poco
complicados por la limitación del idioma y el proceso de adaptación en general.
Finalmente, te das cuenta que todo es cuestión de tiempo, que conforme pasan
los días te adaptas a tu nuevo estilo de vida.
¿Cuál era tu nivel de francés antes de viajar?
Había
estudiado francés en República Dominicana y tenía un nivel básico de A1.
Digamos que podía entablar una comunicación como cuando conoces a alguien por
primera vez, pero también había muchas cosas que no entendía y debía practicar
y mejorar en ese sentido. Cuando llegué a Montpellier y empezaron las clases en
la universidad estudié francés intensivo por 4 meses y ahora tengo un nivel
intermedio de B1. Recuerdo que la primera clase no entendía lo que hablaba el
profesor. Estaba un poco perdida. Ahora me comunico mejor y entiendo más cosas.
“No buscó la felicidad como un fin porque la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas del día a día”
Dahiana es de la capital, Santo Domingo, y el día de
su viaje cogió un bus hacia la ciudad de Punta Cana de donde se subió a un
avión con destino a Europa (Barcelona); allí la esperaba un familiar y después
tuvo que coger de nuevo un bus hacia la ciudad de Montpellier, a casi cuatro
horas de Barcelona, al sur de Francia.
¿Por qué elegiste Francia y sobre todo estudiar en
Montpellier Business School?
Elegí
Francia por diferentes razones. Cuando busqué información sobre Montpellier
supe que era una ciudad muy cálida, con una importante población de estudiantes
internacionales, y tenía el mar mediterráneo al lado, un factor indispensable
para una joven caribeña y amante del mar como yo. Sobre la universidad también
investigué y encontré que es una de las mejores escuelas superiores de comercio
en Francia, de Europa y el extranjero; poseedora de un buen prestigio que la ha
llevado a obtener una serie de certificaciones como AACSB, AMBA y EFMD. También
porque tiene fuertes valores consagrados a la ética, la responsabilidad social
y una apertura a la diversidad.
Para Dahiana venir a Francia simboliza una excelente
oportunidad de aprendizaje y un desafío que espera lograrlo cuando culmine sus
estudios de maestría; mientras tanto ella tiene el propósito de seguir fortaleciendo sus relaciones interpersonales y laborales, en un ambiente
enriquecido por una vasta cultura, óptima calidad de vida y el dominio de un
nuevo idioma extranjero.
¿Qué cosas has aprendido después de tu llegada a
Francia?
He
conocido a muchos jóvenes como yo con ideas y proyectos fabulosos. La
universidad en sí es un lugar cargado de diversidad y multiculturalidad por la presencia
de los estudiantes extranjeros que alberga. El primer día, por ejemplo, tuvimos
un juego que se llamó “Rally Game” que consistía en ubicar ciertos lugares de
la ciudad con la ayuda de un mapa y algunas pistas o descripciones. Fue un
trabajo en equipo, yo estaba en un grupo conformado por jóvenes de Colombia,
Italia, China y Alemania. Era la oportunidad de interactuar, intercambiar y
compartir con cada uno de ellos; y aunque veníamos de diferentes realidades
pudimos establecer puntos en común y fortalecer el equipo en base a ello. Al
final la experiencia valió la pena y nuestro premio fue ganar esa competencia.
¿Cuáles han sido los momentos más difíciles y los más
divertidos que has vivido después de tu llegada?
Bueno,
los momentos más difíciles han sido sin duda cuando me he sentido sola por el
hecho de no tener conmigo a mi madre y a mi hija que son mi motivación, mi
motor y la fuerza que me empuja a hacer las cosas o cualquier sacrificio. Por
ejemplo, hay momentos en los que me detengo a ver fotos y vídeos de mi familia
en ocasiones muy especiales como el reciente cumpleaños de Danna y me embarga
una sensación de nostalgia por no estar disfrutando con ella, como cualquier
madre orgullosa de su hija. Pero como la vida misma, no todo en ella es
tristeza, también ha habido muchos momentos de felicidad, risas, satisfacción y
el compartir con personas maravillosas.
Dahiana considera que con respecto al tema de género
hay más cosas en común que la acercan y la conectan con las francesas. Por
ejemplo, está el hecho de que a ambas las une un fuerte deseo de superación,
independencia y desarrollo; las ganas de sobresalir y vencer ciertos paradigmas
orientadas a una vida de liderazgo y éxito a nivel personal y profesional.
“En Francia sé que puedo adquirir muchos conocimientos, “el saber hacer”, y fortalecer mi nivel académico; así como aumentar mi red de contactos a nivel laboral que me brinden la experiencia, para luego retornar a mi país con un proyecto de vida extraordinario”.
¿Consideras que en Francia las mujeres gozan de los
mismos derechos y privilegios que en República Dominicana?
Recuerdo
que en el curso de Recursos Humanos o de Emprendedurismo había estadísticas que
mostraban el hecho de que las mujeres de todo el mundo aún seguimos en cierta
desventaja con respecto a los hombres, ya sea porque seguimos percibiendo salarios
más bajos o no tenemos la misma oportunidad de acceso a posiciones importantes
dentro del trabajo. Sin embargo, sé que ha habido algunos avances al respecto,
pero este fenómeno sigue predominando en toda Latinoamérica como en mi país
República Dominicana.
¿Cuáles son tus consejos para los jóvenes que planeen
venir a estudiar a Francia?
Primero,
que reconstruyan una mentalidad positiva, es decir, que llenen su mente de
pensamientos positivos, motivadores, de cosas agradables y bonitas. Que te
provean de energía y esperanza. Segundo, que si vienen a Francia es porque
tienen que cumplir una meta, un propósito o sueño; y que ante cualquier
dificultad que encuentren en el camino siempre recuerden las cosas por las que
vinieron, que traigan esa mentalidad de crecimiento para que puedan sumergirse
y salir adelante porque la vida es un desafío. Tercero, que alimenten su
espíritu con cosas productivas y constructivas.
Dahiana es consciente que su país República Dominicana
aún sigue luchando por obtener y mantener óptimos estándares de desarrollo
humano, donde los ciudadanos tengan las mismas oportunidades y libertades. Según
Dahiana, en su país todavía persisten ciertos paradigmas convencionales que resultan
muros infranqueables al momento de establecer diferencias con el país que hoy
la acoge, uno donde ella cree haber hallado: “Libertad, igualdad y
fraternidad”.
Ping pong con Dahiana
Dahiana:
Ave Fénix - República Dominicana:
Playa - El Sancocho: Comida
deliciosa - El Caribe: El paraíso - La Tambora Merenguera: Me hace mover
los pies - Latina: Sabor - Danna: Mi motor - Las Habichuelas: Ricas - Bachata:
Me encanta - Francia: Oportunidad
- Francés: Interesante - Santo Domingo: Mi Tierra.
Waooo que bien felicidades
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