LA HISTORIA ENTRE LA OVEJA Y EL LOBO FEROZ
"Estaba asustada, triste, y frustrada. Sentía mucho dolor en mi alma y le decía a mi mamá que me dejara morir”, relata Vanessa, conocida también como "La del Trébol", una joven diseñadora gráfica y caricaturista de Perú. Recordar ese episodio de su vida significa traer buenos y malos momentos de vuelta. El 23 de febrero del 2018 fue internada de emergencia en el hospital por primera vez: “ese día tenía dolor en los huesos, mis ojos se llenaron de pequeñas venas rojas y tenía vómitos”. Además, sentía un fuerte dolor en su pecho al respirar. Fue conducida de inmediato a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) mientras que en medio del dolor el doctor hizo firmar a su mamá el consentimiento informado para proceder con su examinación. Durante los cinco días que permaneció en la UCI le brotaron otros síntomas: “Me salieron erupciones en la piel y heridas en los labios, y de manera repentina e inexplicable empecé a hincharme por todo el cuerpo”. Llegó a pesar 82 kilos cuando su peso normal era de 52 kilos. Después de muchos exámenes, muestras de orina y sangre, además de una biopsia al riñón, el doctor determinó que su enfermedad era el lupus eritematoso nefritis; nombre médico a la inflamación y a la irritación del riñón causado por el lupus, enfermedad autoinmune que provoca que nuestro sistema inmune ataque a nuestras células benignas del cuerpo. Su sistema inmunológico estaba atacando a su riñón provocándole daños y que éste dejará de funcionar correctamente. Durante su tratamiento tuvo que lidiar con las diálisis, bolos de corticoides y medicina de inmunosupresión administrada por vía intravenosa a través de quimioterapias. Fue dada de alta el 04 de abril del 2018. Recibió, incluso, su cumpleaños número 24 en un sombrío cuarto de hospital, mirando su vida pasar como si estuviera suspendida en un vaso con agu fría: “Gracias a un milagro de Dios mi riñón empezaba a funcionar poco a poco, pero mi cuerpo todavía estaba hinchado, y había perdido bastantes cabellos por las quimioterapias”. Una vez de nuevo en casa pudo estar bajo cama en terapia y siguiendo las prescripciones del doctor. Dormía tirada en un colchón en la sala abrazada de sus papás y sus dos hermanos quienes le daban fuerzas. De pronto, luego de un mes de recuperación estable en casa, tuvo una infección urinaria por lo que fue internada otra vez en el hospital por 15 días para un segundo tratamiento médico. Los síntomas del lupus pueden aparecer y desaparecer en cualquier momento de toda la enfermedad. El 06 de agosto del 2018 fue su última quimioterapia, pero estaba muy triste al ver las marcas de su cuerpo frente al espejo: “Había perdido mis cabellos, tenía manchas en toda la piel y estaba muy flaca y acababa de cumplir 24 años”. Durante su recuperación en el hospital y en la casa, solía hacer dibujos y pintar sobre unas hojas de cuaderno. Pasaba sus días enteros escribiendo algunas frases o fragmentos de sus canciones favoritas: “No existe el amor cuando le buscas fuera de ti”, León Larregui, “Souvenir”. Un día, mientras dibujaba en su habitación y escuchaba música, su mamá le anunció que acababan de registrar en el hospital cinco nuevos casos de chicas con el lupus. Desde ese día quiso saber más sobre esta enfermedad así que empezó una profunda investigación por Internet y también escribía en base a su propia experiencia (tratamiento, recuperación y cuidados); afín de poder ayudar a esos nuevos y futuros pacientes a lidiar con el lupus. Ella sabía perfectamente del dolor, lo gris y lo frustrante de la enfermedad, especialmente al inicio de los síntomas cuando nadie sabía entonces qué era exactamente. Siente que hubo falta de información, sensibilización y también comprensión por algunos miembros de su entorno familiar, e incluso del personal de salud del Minsa: “Cuando aparecieron los primeros síntomas en julio del 2017, en el hospital pensaron que se trababa de la bacteria helicobacter pylori y sólo me recetaron antibióticos por siete días. Sin embargo, seguía presentando los síntomas. Recuerdo claramente la voz de la enfermera diciéndome que yo necesitaba un psicólogo porque según ella no tenía ninguna enfermedad y que todo era sugestión y algo psicológico”. Como resultado, creó su propio sitio blog  y una página en Facebook: “Viviendo con el lobo”; donde ahora comparte todo tipo de información en forma de multimedia para hablar sobre el lupus. Allí también publica algunos consejos de motivación y alimentación saludable. Fue en su página de Facebook donde publicó por primera vez sus dibujos con frases motivadoras bajo el nombre de “Obejota”. En la actualidad, ése es el nombre de su propia marca de caricaturas personalizadas a través de su cuenta en Instagram y también en Facebook; donde acaba de lanzar para sus cientos de seguidores unos pines personalizados, “Obejota”, con frases y diseños llamativos (precio S/. 5.00 soles). Su proyecto a mediano plazo es regentar su propia boutique o tienda de ropa y accesorios de belleza para mujeres adolescentes que lleven su marca. A pesar de que el lupus la va a acompañar por mucho tiempo porque no tiene cura, prefiere ser optimista y pensar que aún hay mucho por hacer para el tratamiento de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Ha aprendido a aceptar una buena relación entre ella (la “Obejota”) y el lupus (“su lobo interior”). Vanessa tiene claro que es ella, la oveja, la que tiene que velar por la armonía de esa relación con su lobo feroz.
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